06 octubre 2011

Carta a los catequistas

Este domingo, 9 de octubre, celebramos el “Día de la Catequesis” del curso recién iniciado. Quería, en primer lugar, dar las gracias a Dios por cada uno de los más de mil quinientos catequistas de la diócesis, y por su compromiso eclesial desde este servicio educativo y evangelizador. 

Este curso, muy marcado en su inicio por la presentación y comienzo de la concreción del PDP, no queríamos ni podíamos permanecer al margen de esta celebración que, en buena medida, nos ocupa en estas fechas. Por ello, tratamos de estar en sintonía con esta realidad diocesana, sin que eso signifique
dejar a un lado una jornada tan importante para sensibilizar y orar por los catequistas, catecúmenos y catequizandos, así como por cada una de las familias. Nuestra tarea ahora es hacernos un personal programa de vida que nos ayude a entrar en la necesaria conversión personal a la que se nos urge. Además, y con la parroquia, estamos llamados a colaborar activamente con una programación cuatrienal que favorezca la conversión pastoral que impulsa el PDP. 

El lema de la jornada es:“conecta2”. Se refiere a lacomunión de la catequesis conel Plan Pastoral que nos invita a ser mejores "discípulos y misioneros, aquí y ahora". Esta situación también está presente en la guía para la celebración del Envío de los catequistas que se realiza, como siempre, en cada una de las parroquias. 

Por otro lado, les recuerdo que la formación y mejor capacitación de cada uno nosotros lleva cada año a la delegación diocesana de catequesis a proponer un material para su aplicación en las parroquias. En esta ocasión, en las librerías diocesanas, ya se puede encontrar la segunda parte del folleto para la formación de catequistas de base en relación al Credo, esto es, sobre el Saber del catequista. Nunca insistiremos bastante en la importancia de la capacitación necesaria para ser, saber y saber hacer bien este encargo que hemos recibido del mismo Dios a través de la Iglesia. 

Con las líneamenta del próximo Sínodo sobre la Nueva Evangelización, a cuya activación nos impulsa el PDP,termino este saludo: "¡Anunciemos a Jesucristo! Si a nosotros esto no nos hiciese felices ¿cómo podríamos hacer llegar a los demás su encanto? Nos urge, pues, tener coraje misionero, priorizar el objetivo de la evangelización, dejarnos evangelizar más plenamente también nosotros, devolver el atractivo que conserva nuestra fe y nuestra Iglesia. Por lo tanto, afrontemos la nueva evangelización con entusiasmo, con un ímpetu interior que nadie ni nada sea capaz de extinguir. Sea ésta la mayor alegría de nuestras vidas entregadas". 

Antonio Pérez Morales 

Vicario General


Carta a los catequistas