Celebramos el 30 de septiembre el Día de la Catequesis. Este curso pastoral va a estar muy vinculado al Año de la Fe y al segundo año de implementación del Plan Diocesano de Pastoral. El Año de la Fe, lejos de ser un paréntesis en la tarea de la Nueva Evangelización debe ser considerado como un gran estímulo para un compromiso más convencido de las comunidades cristianas en su misión evangelizadora en la hora presente. Adjuntamos el guión litúrgico para la celebración del Día de la Catequesis en las parroquias.
Los catequistas constituyen un gran regalo para toda la Iglesia. Son un verdadero don para nuestra Diócesis. “Por la Fe...” Todos los bautizados hemos recibido la misión de evangelizar. Este año en el que celebramos el AÑO DE LA FE, queremos tomar conciencia de esta misión que es de todos pero que los catequistas asumen de forma particular.
Como afirma el Papa en su Carta Porta Fidei “redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe hacer propio sobre todo en este Año”.
Junto a la importancia de “redescubrir el camino de la fe” el Santo Padre nos urge a “comprometernos a favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe”. En definitiva, como vemos, se nos llama, una vez más, a ser y a ayudar a otros a ser mejores discípulos y misioneros, aquí y ahora.
Estamos ante una oportunidad para profundizar en los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica. El Catecismo desde su propia estructura –Credo, Sacramentos, Mandamientos y Oración- muestra cómo vivir hoy el encuentro con la persona de Jesucristo, presente en la Iglesia, experiencia que constituye la esencia de la identidad cristiana.
Volvamos con confianza a los textos del Concilio y al Catecismo y su Compendio, resumen autorizado del mismo. Sintamos con fuerza la exigencia de conocer mejor la fe de la Iglesia y la necesidad de transmitirla con fidelidad a las nuevas generaciones, renovando nuestra adhesión al Evangelio.